1. Vamos a partir de la hipótesis de que nada de esto es real. Es una especie de creación holografía o “realidad fractal”
2. En esta hipótesis, partimos de que somos un alma “encerrada” en un cuerpo, quizá por la existencia de un engaño previo.
3. El objetivo fundamental del engaño “podría ser”, el vivir una existencia de dolor y sufrimiento físico y emocional para alimentar a unas entidades parasitarias o arcontes, que “podrían” ser los creadores de la “realidad fractal”
La desaparición de la realidad fractal podría:
4. Conducirnos de manera inmediata a la percepción de nuestra naturaleza energética
5. Suponer la desaparición de posibles trabas artificiales a la salida libre y voluntaria del cuerpo no sólo a la dimensión “astral”, sino a otro tipo de entornos de acuerdo con la vibración de cada uno.
6. La desaparición del “cordón del plata” energético que conecta el alma al cuerpo, y que “podría” ser no una conexión “natural” sino una forma de mantenernos en una especie de zona de control, y de evitar traspasar determinados límites dentro de la holografía.
7. La desaparición de la salida “sin conciencia” a estas dimensiones, en tanto en esta hipótesis creemos que esta salida “sin conciencia” producida en gran parte de la humanidad durante el sueño, es algo no natural, algo conveniente para determinados intereses.
8. La conciencia de la necesidad de salir a estas dimensiones para recargarnos energéticamente y la posible desaparición de la necesidad del alimento biológico, que se consumiría más por gusto, que por necesidad.
9. Suponer la desaparición casi inmediata de las experiencias de sufrimiento, enfermedad y muerte (está última tal y como la conocemos en la actualidad), en tanto que estos hechos estarían justificados por la existencia de entidades que lo han creado de forma artificial.
10. De desear vivir en cuerpos biológicos para experimentar determinadas realidades, la salida definitiva de los mismos “podría” ser dirigida exclusivamente por la voluntad, sin que mediara en ningún momento ningún proceso degenerativo corporal, ni enfermedad conducente a la muerte.
11. La desaparición de realidades vibratorias energéticas de baja vibración, en tanto con la desaparición de realidades artificiales de de sufrimiento, enfermedad y muerte, así como la progresiva adaptación a las habilidades energéticas innatas como la telepatía y la comunicación emocional nos permitiría grados de empatía tan enormes que seriamos incapaces de hacer sufrir a otros por que ese sufrimiento lo experimentaríamos nosotros inmediatamente.
12. Parte de estas realidades de baja vibración (dimensiones), desaparecerían asimismo porque parte de los seres que la habitan adquirían consciencia de la naturaleza real de su alma.
5. Suponer la desaparición de posibles trabas artificiales a la salida libre y voluntaria del cuerpo no sólo a la dimensión “astral”, sino a otro tipo de entornos de acuerdo con la vibración de cada uno.
6. La desaparición del “cordón del plata” energético que conecta el alma al cuerpo, y que “podría” ser no una conexión “natural” sino una forma de mantenernos en una especie de zona de control, y de evitar traspasar determinados límites dentro de la holografía.
7. La desaparición de la salida “sin conciencia” a estas dimensiones, en tanto en esta hipótesis creemos que esta salida “sin conciencia” producida en gran parte de la humanidad durante el sueño, es algo no natural, algo conveniente para determinados intereses.
8. La conciencia de la necesidad de salir a estas dimensiones para recargarnos energéticamente y la posible desaparición de la necesidad del alimento biológico, que se consumiría más por gusto, que por necesidad.
9. Suponer la desaparición casi inmediata de las experiencias de sufrimiento, enfermedad y muerte (está última tal y como la conocemos en la actualidad), en tanto que estos hechos estarían justificados por la existencia de entidades que lo han creado de forma artificial.
10. De desear vivir en cuerpos biológicos para experimentar determinadas realidades, la salida definitiva de los mismos “podría” ser dirigida exclusivamente por la voluntad, sin que mediara en ningún momento ningún proceso degenerativo corporal, ni enfermedad conducente a la muerte.
11. La desaparición de realidades vibratorias energéticas de baja vibración, en tanto con la desaparición de realidades artificiales de de sufrimiento, enfermedad y muerte, así como la progresiva adaptación a las habilidades energéticas innatas como la telepatía y la comunicación emocional nos permitiría grados de empatía tan enormes que seriamos incapaces de hacer sufrir a otros por que ese sufrimiento lo experimentaríamos nosotros inmediatamente.
12. Parte de estas realidades de baja vibración (dimensiones), desaparecerían asimismo porque parte de los seres que la habitan adquirían consciencia de la naturaleza real de su alma.
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